1926 -1917

  1924

  Creación de 4º Grado

La Srta Irene Servera fue su primera directora, hasta 1924, fecha en que es reemplazada en el cargo por la Srta Elvira Espinosa de Rodrígues.

Para entonces la escuela iba acrecentando su prestigio y con el la cantidad de alumnado.

En esa época se crea un cuarto grado.

En el año 1927 la escuela se traslada a un edificio, sito en la calle Bahía Blanca Nº2246, construido expresamente por un modesto padre y vecino del barrio Sr Angel Visciglio.

La nueva sede constaba de un amplio patio central a cuyos lados se distribuían las aulas resguardadas por amplias galerías.

El frente era con rejas y desde la calle eran visibles las distintas dependencias del establecimiento.

Sobre el ala izquierda estaba el mástil donde ondeaba la bandera.



  1920

  Características del Barrio

Es de destacar el espíritu de sacrificio y el amor a la profesión que tenía el personal ya que en esa época el barrio Montecastro era practicamente una zona alejada e inhóspita.

Sus calles eran de tierra, con profundos zanjones y contaban con puentes precarios de madera que permitían el cruce.

Las únicas arterias empedradas eran Orán (actual Emilio Lamarca), Alvarez Jonte y Segurola.

Según documentación de la época circulaba un servicio de coches exclusivamente para el personal de la escuela.

Este servicio tenía como punto de partida la esquina de Rivadavia y Segurola.
Realizaba los viajes únicamente en días hábiles, durante todo el tiempo que abarcaba el período escolar.

El Honorable Consejo Nacional de Educación asignaba cierta cantidad de dinero para solventar dicho servicio. Si este no alcanzaba a cubrirlo la diferencia era abonada por el personal de la escuela.

Años después comenzó a circular una línea de coches de pasajeros llamada Montecastro.

Posteriormente pasó por Alvarez Jonte el ómnibus 131 que venía desde Paternal hasta Liniers.

Copia de la circular Nº87, 21 de abril de 1920



 

 1918

Informe Médico de la Epoca

En esa época las enfermedades infecto-contagiosas debían ser sumamente controladas.

El ámbito escolar era un lugar propicio para el desarrollo de las mismas.

Solamente la viruela podía prevenirse mediante la vacunación.
El sarampión, coqueluche, paperas, difteria y fiebre tifoidea solamente se prevenían con la profilaxis adecuada.

El maestro debía realizar una revista diaria: con el fin de detectar tempranamente y aislar algún niño enfermo.

Fragmento de un informe dejado por el médico de sanidad escolar (13 de mayo 1918)

"Como medidad de grandes resultados para que el personal de la escuela pueda hacer facilmente la prolilaxis de las afecciones contagiosas, indicaré a la dirección la conveniencia de practicar entre los padres de familia una encuesta referente a las enfermedades infecciosas que han sufrido los niños. Sabido es que todas ellas, a excepción de la difteria que suele repetir, confieren la inmunidad después de un primer ataque, de manera pues que conozca cuales son las enfermedades infecto contagiosas que ha tenido cada uno de sus alumnos puede en cualquier momento ejercer una vigilancia más estricta."

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